Con el objetivo de crear cultivos resistentes a los cambios climáticos, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) trabaja en la evaluación de 12 variedades de avena, para ofrecerla como opción de reconversión de cultivo alternativo para el próximo año.
El investigador agrícola del Inifap, Rogelio Fernández Sosa, aseguró que la ventaja que tiene la avena, en comparación con otros granos, es que es resistente a las bajas temperaturas, es adaptable, es precoz y el costo de producción es bajo.
"La avena se ha manejado como reconversión de cultivo alternativo; sin embargo, en los últimos años, con esto del cambio climático, se requiere generar nuevos materiales que se adapten a esos cambios, ahora las lluvias son irregulares, puede que llueva mucho o que haya periodos largos de sequía".
Durante un recorrido por un campo experimental, Fernández Sosa informó que el Inifap evalúa el rendimiento de doce variedades de avena, entre las que están la denominada Chihuahua, que se generó en 1968 y tuvo un buen resultado; sin embargo, "ahora ya no es la mejor opción, porque es susceptible a un hongo llamado roya de tallo, que seca la planta y no permite el crecimiento del grano".
Asimismo, se encuentran otras variedades como Avemex, Obsidiana, Karma, Jade y las más reciente, Turquesa, entre otras; cada una tiene diferentes características, dependiendo de la necesidad del productor o del uso que le vaya a dar.
"Lo que buscamos de la avena es que tenga más grano, porque se utiliza normalmente como forraje, y la calidad del forraje esta basada en el contenido de grano que tenga, entre más cantidad de grano, mejor calidad".
Explicó que existen variedades de avena que crecen mucho, pero no contienen gran cantidad de grano, otras que son más precoces, pero la planta es más baja, y algunas que contienen mucho grano y son altas, pero el periodo de maduración es más lento.
En entrevista con El Sol de Tlaxcala, el investigador señaló que otra ventaja de sembrar avena es el costo de producción, toda vez que es un grano "un tanto rústico" y no requiere de mucho fertilizante, además de que es más resistente a los cambios climáticos, lo que garantiza que habrá producción.
Recordó que como apoyo de la primer helada del año, los gobiernos federal y estatal otorgaron a los campesinos semilla de avena para la reconversión de sus cultivos, lo que "va a mitigar un poco la falta de forraje en los próximos meses".
"Este año fue muy difícil para la agricultura, tuvimos un periodo de sequía, dos heladas atípicas y eso nos afecta, tenemos que buscar alternativas para sembrar en Tlaxcala".
Fernández Sosa informó que para cultivar una hectárea de avena se requiere de menos de cinco mil pesos y en la mayoría de las variedades en 70 días ya está lista; mientras que el rendimiento que genera en promedio es de arriba de tres toneladas de grano y más de 500 pacas de forraje.
"Tenemos que transformarlo para el alimento de animales, de diferentes tipos de ganado, tenemos que buscar esas opciones y bajar el costo de producción".
El investigador subrayó que el Inifap se encarga de transferir tecnología a los productores, quienes pueden producir la semilla y ponerla a disposición de los demás campesinos.
"Tenemos como misión la generación de tecnología, tuvimos cuatro eventos demostrativos para mostrar las bondades a los campesinos este año y un aspecto importante es el manejo del grano, hacer una buena elección en el lugar y que vaya acompañado de un manejo agrónomo adecuado".
Asimismo, resaltó la importancia de que cualquier cultivo que se siembre, vaya acompañado de un paquete tecnológico para mitigar los efectos de los cambios climáticos y garantizar la producción.