A juicio de la suscrita es responsabilidad de los litigantes y del publico en general terminar con la mala praxis juridica que reina en los tribunales, al menos en el Estado de coahuila, pues es de todos sabido que por flojera pues ya no usan las neuronas dicho sea con todo respeto pero aqui no se puede por ejemplo ejercitar la accion de convivencia que solicita uno de los progenitores junto con la de deposito de alimentos porque solo te radican el asunto por una sola de las acciones y te ponen por escrito si bien te va que debes tramitarlo por separado que por que para el Tremendo Juez setrata de acciones contradictorias, cuando no hya nada mas lejos de la razon legal.

Recordemos que el nuestro, el mujndo del derecho, es el mundo del deber ser, y no se vale que por la flojera de hacer un auto de radicacion mixto te den esta respuesta ajena de toda logica

Asi las cosas lo que uno hacfe por no estarte peleando con el juez ya que aveces el asunto por su cuantia economica para el biolsillo nuestro como profesional no vale la pena echarte al juez de enemigo pues lo haces por separado en le caso qaue antecede, y no es el unico caso hay muchos otros muy sencillos pcomo por ejemplo los jueces mercantiel demandado y otro para rebeldia del demandado y otro para pdir el cateo sobre los bienes senalados cuando nada impide que se hagan en el mismo escrito y la razon es que en sus comadoras tienen los machotes las secretarias ya cargados y los secretarios ni se molestan en leer las promociones ya que si se te ocurre pedir las dos cosas solo te acuerdan una, y tal cosa es cul.pa de nosotros los litigantes, recoredemos que debemos recordar nuestro decalogo y tratar de que en base a sus diez mandamientos procurar ser auxiliares de la administracion de justicia para que esta le sea al pueblo cada dia mas eficaz, porque aceptemoslo solo cuando el asunto nos va a reportar generosas ganancias es cuando hasta en una coma nos fijamos, y no es que seamos tontos, sino que nos dejamos por cuestiones de practicidad y por no gastar polvora en infiernitos, pero esos jueces y esos secretarios tambien son abogados y por ende deberian no sol oamar su trabajo sino amar al derecho en si como lo prometieron al salir de la universidad, y como lo sonaron cuando decidieron convertirse en abogados y cuando leyeron ese famoso decalogo cuyo decimo apostillado resume la que debiera ser la norma de nuestra vida.

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Autor: SOFIA MARIA (Visita mi Oficina)