Que tal, también soy vecino de este anexo, y si es un dolor de cabeza, todo mundo piensa en el bienestar de sus enfermos, pero nadie ha regulado estos lugares que muy lejos de ser beneficiosos son una cárcel en donde sufren martirio y humillaciones, yo no he consumido alcohol en mi vida excepto en los pasteles envinados y sin embargo soy una victima de estos centros que se manejan sin control, resulta que en la parte de atrás de mi casa hay un anexo de alcohólicos anónimos, este se encuentra ubicado en la colonia consejo agrarista mexicano en la calle de Juan Moreno No. 1 esquina con Lázaro Cárdenas su nombre es "Libres al Fin", y el día de hoy por la mañana le estaban dando una golpista a una mujer que pedía auxilio y nadie acudió a ayudarla, los gritos y majaderías a todo lo que daban y los cristales que se rompían, despertaron a media cuadra; por mi azotea alcance a ver a esta mujer agarrada de las ventanas desesperada y angustiada pidiendo ayuda y maldiciendo a todos, por supuesto llame a las autoridades y desafortunada mente nadie asistió a ponerlos en su lugar y exigirles un poco de respeto para los que si vivimos de forma permanente ahí y que tenemos que soportar visitas de mal vivientes que a final de cuentas tienen problemas de conducta y de drogadicción, este tema sin lugar a dudas tiene que contaminar a nuestra juventud,  por tal motivo pido la ayuda de las autoridades para que se enfoquen en generar normas de control para estas cárceles del terror, para los que están adentro y para los que los rodeamos, en verdad hago un llamado a la sociedad para que exijamos un control a estos centros de reunión para gente enferma que quiere recuperarse y para gente que va a matar el tiempo ahí y ver a quien le vende un poco de droga, aprovechando el publico consumidor.