En ningún momento he reconocido que mi respuesta al consultante haya sido ofensiva.

Lo que dije, y muy claro, es que si usted no desea que sus consultas sean sujetas a mi escrutinio y las critique, no haga lo propio con las mías, porque quien primero agredió fue usted, al criticarme sin tener ninguna base para hacerlo, de forma tal que mi respuesta a su incorrecta calificación hacia mi persona, fue la contestación a su infundada crítica.

Por tanto, en momento alguno le he dado la razón, antes bien, por el contrario, reitero que es lo que más le falta.

Y no necesito de la suerte, como usted, mi desempeño profesional no se basa ni en el azar, ni en la casualidad, y menos en la uena fortuna, como parece que es en lo que usted sustenta sus puntos de vista, sino que se cimenta en el conocimiento y la experiencia.

Por eso, usted sí debe esperar que la suerte le acompañe.