Usted debe pagar a su abogado la cantidad que convino con él, toda vez que ese acuerdo de voluntades entre ambos, constituye precisamente el contrato de prestación de servicios profesionales, con independencia que no se haya celebrado por escrito y que no le hubiera dado detalles, ya que no existía rzón legal alguna para que le describiera, puntual y minuciosamente, las actividades que habria de realizar, primero, porque la ley no exige que se precisen detalles de conceptos, y en segundo término, porque es suficiente se determine la cantidad que el abogado recibirá como contraprestación por su servicio profesional, que además, son independientes de su se gana o pierde el asunto.

Para que mejor entienda, el contrato es un acto jurídico mediante el cual, quienes lo celebran adquieren derechos y obligaciones recíprocos, sin que, salvo excepciones, la ley exija que dicho contrato se lleve a cabo con alguna formalidad específica, de forma tal que aunque se haya pactado verbalmente, es válido y legal.

Por otra parte, es preciso destacar que las cantidades que usted estuvo entregando a su abogado durante el juicio, para solventar los gastos que generaba, NO FORMAN PARTE DE LOS HONORARIOS DE SU ABOGADO, sino precisamente son las erogaciones que en todo procedimiento judicial deben realizar las partes, ya sea para la práctica de diligencias, celebración de audiencias, peritos, copias certificadas o cualqueir otra causa que las origine; por el contratio, los honorarios del abogado son las expensas a las que, justa y legalmente tiene derecho, por el trabajo realizado, con mayor razón cuando, como usted mismo lo expone, le sacó adelante su negocio.