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  • Consulta : 161592
  • Autor : ilianave
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  • ilianave
    ABOGADO CIVIL


    (Visita mi oficina)

    Lic. Calva Triste:

    Difiero con su opinión, pero la respeto y me permito expresar lo siguiente:

    Es muy cierto que la base de la familia es la mujer, pero también es cierto que para que se produzca o genere una familia, se necesita de dos invididuos (un hombre y una mujer para que se pueda procrear hijos) aquí no entrarían los homosexuales, que si bien ya pueden conformar una familia, la perpetuación de la especie no puede continuarse con uniones así.

    La cuestión es que dejarle toda la carga y responsabilidad a las mujeres, es realmente injusto, puesto que señalar que por ser madre, tienes que renunciar a ser mujer para dar un buen ejemplo a tus hijos y que sean hombres o mujeres de bien, creo que es un comentario misogino.

    En México, sólo las mujeres "santas" son la madre y las hermanas, las demás son unas pu... y creo que ese concepto se debe cambiar, pues las mujeres tenemos necesidades y también sentimos.

    Considerar lo contrario, sería como aplaudir lo que sucede en países africanos, donde se les corta el clitoris a las mujeres, precisamente para que no puedan disfrutar de las relaciones sexuales, es decir, no puedan sentir placer.

    Hay un chiste que alguna vez oí que decía:

    "Sólo hay dos tipos de mujeres, las que cojen y las que vuelan... y yo no he visto a ninguna volar..."

    La sexualidad de los hombres y los mujeres, nos fue dada a ambos, pues ambos tenemos terminaciones nerviosas y sentimos sensaciones desde que somos bebés y si Dios quisiera que las mujeres no puedan disfrutar de la sexualidad en el mismo grado que los hombres, entonces creo que nos hubiera quitado el don del orgasmo.

    Es cierto que una cosa es libertad y otra el libertinaje, pero también es cierto que a veces hay que besar a varios sapos antes de encontrar a nuestro príncipe azul... y si la crítica aplica para las mujeres, entonces también los hombres deberían ser castos antes de llegar al matrimonio.

    Pero no, un hombre así, se le considera raro y se le crítica... e incluso es normal ver como el hombre va dejando prole por todos lados y luego no tiene ni para mantenerlos...

    Yo creo que son temas que se deben platicar abiertamente con los jóvenes, pues precisamente por esos prejuicios o falta de información, hay tantos embarazos no deseados, tantas infecciones y enfermedades como el SIDA.

    Insisto, si por haber tenido un pasado de "libertinaje" (que en el caso del relato yo considero de experiencia sexual) ya moldeó su futuro para no poder ser tomada en serio posteriormente, entonces creo que estaríamos volviendo al tiempo de las cavernas o de la negación total, pues les puedo asegurar que las vírgenes son una especie en peligro de extinción y que por ende, casi un 98% de las mujeres de este país, no son candidatas para contraer matrimonio...

    Por favor, no pongan tanta carga en las mujeres, porque ahora si no trabajamos, cuidamos a los hijos, tenemos la casa limpia y además no estamos perfectamente arregladas, tampoco somos mujeres y el hombre tiene el pretexto para dejarla por no cumplir con sus "obligaciones", para que además sean responsables de toda la maldad, corrupción y falta de oportunidades en el país, les sea achacada a la mujer mexicana.

    Recuerden que para procrear un hijo, se necesitan dos...

    Parecerá trillado, pero para finalizar, adjunto un pasaje de Sor Juana Inés de la Cruz, que si bien era monja y a lo mejor lesbiana, lo escribió en el siglo XVII y le dio al clavo en este poema...

    Hombres necios que acusáis
    a la mujer sin razón,
    sin ver que sois la ocasión
    de lo mismo que culpáis.

    Si con ansia sin igual 
    solicitáis su desdén,
    ¿por qué queréis que obren bien
    si las incitáis al mal?

    Combatís su resistencia
    y luego con gravedad 
    decís que fue liviandad
    lo que hizo la diligencia.

    Parecer quiere el denuedo
    de vuestro parecer loco
    al niño que pone el coco 
    y luego le tiene miedo.

    Queréis con presunción necia
    hallar a la que buscáis,
    para pretendida, Tais,
    y en la posesión, Lucrecia. 

    ¿Qué humor puede ser más raro
    que el que, falto de consejo,
    él mismo empaña el espejo
    y siente que no esté claro?

    Con el favor y el desdén
    tenéis condición igual,
    quejándoos, si os tratan mal,
    burlándoos, si os quieren bien.

    Opinión ninguna gana,
    pues la que más se recata,
    si no os admite, es ingrata,
    y si os admite, es liviana.

    Siempre tan necios andáis
    que con desigual nivel
    a una culpáis por cruel
    y a otra por fácil culpáis.

    ¿Pues cómo ha de estar templada
    la que vuestro amor pretende,
    si la que es ingrata ofende
    y la que es fácil enfada?

    Mas entre el enfado y pena
    que vuestro gusto refiere,
    bien haya la que no os quiere
    y queja enhorabuena.

    Dan vuestras amantes penas
    a sus libertades alas
    y después de hacerlas malas
    las queréis hallar muy buenas.

    ¿Cuál mayor culpa ha tenido
    en una pasión errada:
    la que cae de rogada
    o el que ruega de caído?

    ¿O cuál es más de culpar,
    aunque cualquiera mal haga:
    la que peca por la paga 
    o el que paga por pecar?

    ¿Pues para qué os espantáis
    de la culpa que tenéis?
    Queredlas cual las hacéis
    o hacedlas cual las buscáis.

    Dejad de solicitar
    y después con más razón
    acusaréis la afición
    de la que os fuere a rogar.

    Bien con muchas armas fundo 
    que lidia vuestra arrogancia,
    pues en promesa e instancia
    juntáis diablo, carne y mundo.