Se escucha frustrante lo que comenta garovalo... el ser bautizado por una iglesia sin libre albedrío, condenado de alguna manera a ser católico, sin facilidad para salirse de tal iglesia, contradice un poco sus preceptos religiosos. En particular, en México, desde el 92 se tiene al vaticano en disposición a intervenir en la vida pública nacional, posiblemente, siempre y cuando seas un santo feligrés, pues no se sabe de su intervención en casos de individuos adscritos a la fuerza (como es característico del mexicano) que lo requieran genuinamente. Ni siquiera con el PAN en el poder en este país, siendo un partido cristiano y social-demócrata, parece importante pertenecer a esa afamada iglesia, ya que aún hay casos de abuso de poder, antihumanidad y anticristianidad, cotidianamente, que ni sus miles de años de existencia en este planeta han logrado aminorar. En todo caso, es asunto de preguntar a donde usted sugiere. Saludos.