clobutterfly (saludos afectuosos)

Con todo respeto, sin afán de convencerla, crear un debate bizantino o de ofenderle, puedo expresar empáticamente mi aprobación con su valiosa y respetable opinión, pero sin embargo, no la comparto escrupulosamente, como aplicable en todos los casos y menos sin conocerlos a detalle. Pues para empezar, al menos en mi caso, no me pongo el saco, las asesorías que proporciono aquí son totalmente gratuitas, sin fines de ofertar mis servicios y bajo el enfoque legal hasta donde es humanamente posible. Y desde el punto de vista de la moral y de la ética, éste se tienen que percibir desde múltiples perspectivas, la responsabilidad respecto de los hijos, no es solo de uno de los padres y por lo tanto ambos tienen su parte mayor o menor de culpabilidad, por ejemplo: ¿Que solvencia ética o moral tiene la madre que escoge a un “Forrazo” irresponsable como padre de sus hijos? ¿O la mujer que no busca un hombre, sino una cuenta bancaria como progenitor de sus hijos? ¿O la madre "Calenturienta" (Calificativo usado por usted) que tiene varios hijos de diferente padre? ¿Por qué esperar ¡10 años! para exigir el pago de alimentos decretados por el juez para sus hijos? etc. Es cierto, que el derecho no siempre es justo, ético o moral, pero es lo único que nos permite no caer en la barbarie del “Ojo por ojo”. Y “Lo que es parejo no es chipotudo” por eso, tanto derecho tiene la madre, de demandar lo que a su derecho convenga y defenderse de las inculpaciones que se le hagan, como el padre de hacer lo propio y que los órganos de impartición de justicia, digan que es lo que debe prevalecer conforme a la ley, que vela por preservar los valores jurídicos superiores de la sociedad, impuestos por ésta; que de paso, no siempre coinciden con los éticos o morales, que suelen ser muy variables y frecuentemente sujetos al propio arbitrio y enfoque ególatra, de la persona que los invoca y proyecta junto con sus frustraciones frente a los demás.

Y precisamente, uno de los valores éticos y morales del derecho, es no permitir que nadie quede en estado de indefensión, por privarlo de una adecuada defensa de sus intereses jurídicos legítimos.

Le reitero mis respetos y mis saludos.