CUANDOSEESLEGAL:

Cuando se es legal también se es profesional, y en este aspecto todos los abogados que le han hecho manifestaciones han cometido gravísimos errores o de plano le han mentido a usted, incluyendo a kokoduro I.

En efecto, el asunto del tiempo extra es imposible que lo gane la trabajadora actora, cuenta habida que, por una parte, ella está obligada a probar que laboró tiempo extra, lo que en la especie aparece como imposible ya que era la única empleada y se carece de nóminas, pero mayormente importante es que ninguna Junta de Conciliación puede condenar a en este punto, porque existe jurisprudencia en el sentido de que el trabajador tiene la obligación de probar que, además de que trabajó tiempo extra sin que se lo pagaran, también debe probar que reclamó el pago, y en el caso de usted eso nunca ha acontecido.

Bien dijo kokoduro I acerca de que el problema es de dinero y que los abogados que le hjan asesorado buscan su tajada, y las palabras del forista aludido pudieran incluirlo en esta situación, por lo que le hago saber que la entrega del dinero debe ser hecha ante la propia Junta de Conciliación y Arbitraje y que esta autoridad laboral debe aprobar el convenio y certificar la entrega del dinero que usted misma debe entregar al personal de la Junta, evite dar el dinero a algún abogado, y exija que la Junta le proporcione a usted una copia autorizada del acta de entrega, porque dicho documento tiene validez como recibo que usted puede deducir como gastos ante el S.A.T.

Y para futuros hechos jurídicos en los que usted intervenga, primero asesórese y después comprométase, mire usted que hasta en las películas americanas aparece que en aquel país la gente exige que antes de firmar sus abogados den el visto bueno de los contratos.

Para casos como el de usted ya tengo preparada una respuesta alusiva a la falta de previsión de muchísimas personas que, como usted, acometen la tarea de celebrar actos jurídicos trascendentales sin asesorarse debidamente, por lo que, en conclusión, todo el asunto se resuelve con la siguiente contestación:

"Cuando a alguien le duele la punta del dedo meñique de su mano, corre al hospital y/o a consultar al médico, pero cuando ya está con la soga al cuello y a punto de que le retiren el banquillo que está bajo sus pies, es cuando se le ocurre preguntar al abogado si su problema pudiera tener solución. ¿Por qué no consultó antes de realizar actos jurídicos que afectarían su vida? Es pertinente señalar que el problema de usted deviene del hecho de que usted ha pretendido ahorrarse unos pocos pesos al dejar de contratar un abogado que le asesorara a tiempo, o por lo menos dejó de pedir consejo gratuito en este mismo foro, y ahora las consecuencias de su abstención le están resultando muy, pero muy caras."

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