Estoy de acuerdo con Sergio Orea, en el juicio laboral se debió haber objetado de falsa la renuncia y ofrecido la prueba pericial de grafoscopía, en la audiencia correspondiente, pues no puede ser presentada como prueba superveniente, toda vez que desde el momento en que se presentó la supuesta renuncia, se sabía que era falsa y en ese mismo momento se debió objetar su validez. La Junta y el Colegiado tienen la razón

El procedimiento penal por otra parte, es independiente del juicio laboral, y por tanto si se puede proseguir penalmente, contra los responsables de la falsificación.