Estado de Referencia: Jalisco

Soy el Señor M y quisiera que alguien me ayudara con este problema que tengo:

En el año 2008 vendi un carro al señor G., pero por causas naturales el contrato de compraventa y la carta de responsiva se perdieron en una inundación. Fue hasta el año pasado 2011 que me entero que el señor G. jamás cambió de nombre el carro en cuestión y que ha cometido infracciones de casi todo tipo y que la Secretaría de Finanzas de Jalisco obviamente es a mi a quien se las carga, porque el vehículo sigue a mi nombre. ¿Qué puedo hacer en este caso, ya que tengo el temor fundado de que el señor G. cometa algún accidente de tránsito con resultados fatales y que sea yo quien tenga que pagar por lo que no hice, inclusive con cárcel, tan solo por el capricho de no querer cambiar de nombre el carro?

En el momento de la venta del carro, el señor G. me firmó unos pagarés, los cuales tuve que presentarlos ante el juzgado para su cobro judicial, pero todo ha sido inútil, ya que el juicio ejecutivo mercantil entablado en contra del señor G. se fue hasta Sentencia Definitiva, causar Estado, Ejecución Forzosa y en los oficios remitidos a instituciones oficiales se hacen saber de varias propiedades que el señor G., pero que todas son inembargables, ya sea por estar previamente embargadas o por estar hipotecadas, lo que hace que el señor G. sea casi insolvente.

El único bien que tiene el señor G. que podría ser embargable, es el carro que le vendi, pero, en verdad ignoro donde vive realmente el señor G., ya que en el domicilio señalado en el juicio ejecutivo mercantil viven solamente su esposa, su suegra (una anciana de 90 años) y sus hijas, presentándose el señor G. de vez en cuando y por poco tiempo, lo que hace que el embargo de dicho bien mueble sea casi imposible, y lo mismo se aplica a su oficina particular, a donde se asiste de vez en cuando y solamente por poco tiempo.

Ya he hablado personalmente con el señor G. y no tiene ni la más mínima intención de saldar la deuda que tiene conmigo, y ya me dijo que cualquier cosa que yo haga en su contra, el la revertirá en mi contra y eso hasta ahora ha sido cierto, ya que no por más que le pienso, no hay forma de hacerle pagar por vía judicial.

Ya estuve hospitalizado un fin de semana debido a una colitis causada por un coraje que me hizo pasar el cinismo del señor G. al negarse a pagar.

¿qué puedo hacer en este caso, que ya entró en su cuarto año, sin que hayamos avanzado ni un milímetro?

Por cierto, es señor G. es un huizachero.