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ESTO ES MUY IMPORTANTE DIFUNDIRLO.
- Autor : kokoduro1
- Fecha : Lunes 18 de Julio de 2011 16:59
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Francisco Martín Moreno, destacado novelista mexicano autor de “México Negro” y otras más, vale la pena leerlo.
"Querido Andrés Manuel"
Por: Francisco Martín Moreno.
No existe ningún mexicano, medianamente sensato, que
no esté de acuerdo con tu tesis consistente en que
"Primero los Pobres". ¡Claro que primero los pobres!
¿Quién puede oponerse a semejante propósito político y
social? Quienes realmente queremos a este país
deseamos elevar a la altura mínima exigida por la
dignidad humana, a todos aquellos compatriotas que
carecen de lo estrictamente indispensable. ¡Claro que
queremos educación para todos! ¡Claro que queremos
bienestar para toda la nación! ¡Claro que queremos un
ingreso per cápita de cuando menos 30 mil dólares al
año para cada mexicano! ¡Claro que queremos apagar
todas las mechas encendidas, que no hacen sino atentar
en contra de la estabilidad y del desarrollo en
general del país! ¡Claro que queremos aumentar el
ingreso, pero a través de la productividad y no a
través de decretos ya conocidos que disparan la
inflación con todas sus consecuencias!
¿Quién no desea ayudar los indios de México? ¿Quién no
desea alfabetizarlos? ¿Quién no desea contener la
emigración de cientos de miles de mexicanos a los
Estados Unidos? ¿Quién no quiere agua potable,
televisión, estufas, piso de concreto y paredes de
ladrillo en cada familia mexicana?
Querido Andrés: todos coincidimos en la necesidad
inaplazable de rescatar a los marginados, sólo que yo
no coincido contigo en las estrategias que has
planteado para rescatarlos de la miseria. Entiende que
la única célula generadora de riqueza es la empresa y
los empresarios, a los que tú llamas hambreadores del
pueblo o parásitos sociales, son los agentes
operadores del bienestar. La práctica lo ha demostrado. Mientes.
Todos coincidimos con el fin, pero la mayoría no está
conforme con tu método. Se vio en las urnas. Ni
partiendo el sueldo de los funcionarios públicos a la
mitad ni evitando la corrupción que devora lo mejor de
nuestro país, podremos generar la suficiente riqueza
para crear los empleos que requiere México, la
herramienta más eficaz para ayudar a los pobres que
tanto nos preocuparan. Tu diagnóstico está equivocado.
Un gobierno encabezado por ti jamás creará los empleos
que requiere México ni extinguirá las mechas
encendidas, ni impulsará la recaudación tributaria
indispensable para que el gobierno aumente
significativamente el gasto en Desarrollo Social.
Nadie con dos dedos de frente podría aceptar que tus
tesis económicas ayudarán a la capitalización de las
empresas ni estimularán la investigación tecnológica,
ni ampliarán los mercados, ni estimularán la
competitividad en el comercio internacional, ni
abaratarán costos de producción, ni propondrán
alternativas inteligentes para modificar el TLC, dando
los pasos adelante necesarios para acercarnos, poco a
poco, al esquema de una Comunidad Económica de Norteamérica.
No tienes ningún derecho en detener a la inversión
extranjera ni a la doméstica, que tanto necesitamos
para prosperar. No tienes justificación para espantar
a los capitales que vienen a ayudarnos a construir un
México mejor. Careces de elementos, nunca los tendrás,
para estimular el odio entre todos los mexicanos, ni
para polarizar este país, ni para crear trincheras
entre todos nosotros únicamente para dividirnos, la
única condición en que los mexicanos hemos sido históricamente derrotados.
Tú no representas a la izquierda, sino al más
catastrófico populismo, del que yo no quiero jamás
volver a acordarme. Izquierda era la de Mitterrand, la
de Felipe González, es la de la Bachelet, a
diferencia de la supuesta izquierda de Chávez o la de
Castro, quien ha impuesto la felicidad con la fuerza de las bayonetas...
No, no Andrés, para ti es irrelevante el incendio de
todo lo mío, la destrucción de todo lo que he
construido en los últimos siete siglos. Es claro que
no te importa que nos volvamos a incendiar como en
1810, en 1858 o en 1910, siempre y cuando tú puedas
compensar los vacíos sicológicos que se remontan a tu
infancia. No, Andrés, ese no es el camino. Si el
padrón federal lo integran 72 millones de electores y
de ellos sólo 14 votaron por ti, entonces 58 millones
no te quieren en la Presidencia, o sea más del 80 por
ciento te rechaza como jefe del Ejecutivo.
Antepones tu bienestar personal al mío. Deseas
intimidar a las autoridades judiciales mediante la
protesta callejera. No quiero un Mussolini mexicano
que acepte la ley siempre y cuando le beneficie y que
rechace a la Constitución por ser una herramienta a
favor de la burguesía. La mayoría somos conscientes de
nuestras debilidades económicas y sociales, sólo que
hemos decidido no convocarte a ti para resolver los
difíciles problemas que nos aquejan.
Abandona el llamado a la violencia. Abstente de
erigirte como intérprete de la voluntad popular y
resígnate a aceptar tu derrota. La mayoría de los
mexicanos no te quisieron en la Presidencia de la
República, porque lejos de ayudar a los pobres los
hundirás más en la desesperación hasta que volvamos a
matarnos con las manos entre nosotros mismos.
Atentamente El Pueblo de México
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